Con R de Robledo.

 

Después de darle muchas vueltas a mi cabeza, decidí esperar, Robledo seguía cosiendo y lo que veía me gustaba mucho, y cuando menos me lo esperaba me cogió en sus manos y me puso, unas enaguas, me miro y después dijo, hale la foto, y disparo la cámara, yo quería lucir mis enaguas, pero solo me hizo una foto.

Después me coloco el vestido, que emoción, era muy bonito, y me dije, ya esta ya estoy guapa, pero me deposito de pie delante de los libros otra vez, me sentí un poco decepcionada, después de tantas pruebas, tanto mirarme, nada, ahhhhhhhhhhhhh, pero que susto la veo con una pistola, y me dije si aun no he nacido ya me va a matar, que mala suerte.

La buena señora, cogió del sofá una gran R, me pone delante, y os podéis creer que me ha pillado el vestido entre la pistola y la R, pero no una sola vez, muchas, a la vez que decía, así no te escapas, después me planto un corazón en las manos, bueno no es un bolso pero si me lo ha puesto, tendrá sus razones, en la pata de la R gigante, se ha posado un pajarito, ha hecho un lazo rojo y blanco, me ha mirado, y ha dicho, Rafa te gusta y Rafa le ha dicho una Robledito muy chula, yo me he dicho ohhhhhhhhhhhhhhhhhh, me gusta el nombre. Después me dejó, apago las luces y se acostó.

Esta mañana, cuando se ha levantado, me ha hecho muchas fotos, y mientras han llegado dos chicos guapísimos, y han dicho felicidades mamá le han dado besos, los chicos también le han dicho, mamá nuestro regalo llegara el viernes, hemos intentado que estuviera aquí para hoy, pero no ha podido ser, y ella ha dicho no pasa nada, esperare. Que chula te ha quedado la R y la muñeca, no es una muñeca se llama Robledito, resulta que estas muñecas se llaman como las personas a las que va dirigida la inicial,

y como es mi nombre, pues se llama como yo.

Así que mis incógnitas de ayer, están solucionadas, ya se como es mi vestido, rojo y blanco, mi nombre es Robledo, como mi mamá, me gusta haber nacido, y como hoy es oficialmente mi nacimiento, 15 de mayo, pues el mismo día que la Robledo de verdad, la pequeña historia de una muñeca, también podría ser la de cualquier persona, pero ha esta mujer le gusta jugar, a su edad, que cosas señor.

No  se si os pasa a alguna mas, no puedo hacer muñecas, me vuelvo como una niña, a pesar de que desde hoy ya tengo 52 años, pero solo en el carné de identidad, en mi interior muchos menos, gracias por jugar conmigo.