Y de pronto pasa,
No, es que yo no quería hacerle mucho
caso.
Esos cambios de humor, esa profunda
tristeza, ese pinchazo hoy en un pie, mañana las manos, no por favor
las manos no, y así poco a poco se hace dueña de ti.
Dormir poco que ha sido mi gran baza,
por que mis días eran mas largos, y me cundía tanto.
Ahora mi gran enemigo, el insomnio, por
que no puedo con mi cuerpo, los ojos siempre cansados, esas horribles
ojeras, que se han hecho las dueñas de mi cara, pero allá en el
fondo están mis ojos siempre curiosos, y con ganas de tomar nota de
todo lo que ve.
Pero a fuerza de constancia, ya tiene
un hueco en mi vida, y la verdad es que no es bien recibida, pero
parece que tendré que prestarle un poco de atención, pero solamente
para conocerla y dejarla ahì, pero sin ser protagonista, es mi vida
y tengo la intención de vivirla, hasta que sea, a mi manera.
Los años los vas cumpliendo y te vas
acomodando a ellos, pero esta digamos “intrusa”, se nos cuela en
nuestra vida sin avisar, y haciendo daño, por lo menos a mi, pero
estoy decidida a hacerle un hueco, pero que sea lo justo, sin que se
sienta a sus anchas, por que es una etapa de la vida, y tiene que
estar, pero solo estar, no ser ella la que me dicte sus normas.
Es una etapa muy difícil, pero tengo
intención de que solo ocupe lo justo, el cuerpo cumple años, pero
la mente siempre mantiene la ilusión por aprender, por hacer, por
crear cosas, yo nunca he aspirado a ser una estrella, simplemente
vivir a mi manera, necesito un tiempo para poner cada cosa en su
sitio, poco a poco se ha puesto mi vida patas arriba, pero lo que
pretendo es ganar el mayor terreno posible para seguir adelante con
las menos bajas posibles, mis chapucillas son importantes para mi, y
espero que sigan formando parte de mi vida.
Esta “intrusa” nos visita a todas,
todas tenemos la nuestra, a mi me ha tocado, muy muy fuerte, pero
estoy en que no me hunda.
Hasta pronto.